¿Qué son las relaciones tóxicas?

Para poder entenderlas, se puede hacer una relación con el significado de la palabra tóxico. Cuando algo es tóxico, se refiere a que aquello con lo que tomamos contacto, nos produce daño, nos es perjudicial o nos puede «envenenar». Si lo extrapolamos a las relaciones, significa, que lo que estamos viviendo con esa relación, nos duele y nos hace estar y encontrarnos mal. Aunque haré referencia a la pareja, se da en cualquier tipo de relación, puede ser un amigo, un familiar, un jefe… Lo que es importante detectar, es que, en vez de aportarnos cosas positivas, nos sentimos mal cuando nos relacionamos o también cuando no estamos con esa persona.

 

Algunas señales de que estás en una relación tóxica:

  • Existe una desigualdad importante en el dar y recibir. Es cuando das y das y por el otro lado recibes muy poco o casi nada. En las relaciones, aunque nos digan muchas veces que hay que dar sin esperar recibir, debe existir un equilibrio de reciprocidad entre lo que das y recibes.
  • Existen muchas discusiones. Examina cuántas has tenido en el último mes y cuidado con la excusa “pero es que cuando estamos bien, estamos muy bien”.
  • Existe dependencia, es decir, no estar con la persona, genera ansiedad, tristeza, preocupación, control…
  • Dejas de ser tu mism@ y empiezas a actuar pensando en cómo le gustaría a tu pareja que fueses o evitando todo aquello que le molesta o le hace enfadarse.
  • A pesar de no ser cierto o irracional lo que te dice de lo que haces mal o de lo que no le gusta de ti, te genera tantas dudas que acabas cuestionándote y justificándolo todo.
  • Faltas de respeto, chantaje, manipulación, celos, insultos, agresión física, no olvides que es maltrato y es intolerable e injustificable.
  • La mayoría de los conflictos se resuelven teniendo relaciones sexuales. Cuidado con el “es que no encontraré a nadie igual en la cama”, “es que a nivel sexual va tan bien” o “a mi me da mucha vergüenza la parte sexual, y ya tenia confianza y no sé si seré capaz de que otra persona acepte de nuevo mis complejos”.
  • Estáis más tiempo compartiendo con gente, que estando solos. Las parejas deben compartir tiempo a solas, no estando siempre con amigos o familiares.
  • Tenéis tiempos o metas muy diferentes. Esto no significa que la otra persona sea mala, pero no queréis lo mismo, y, quedarse esperando, es dañino porque no ocurre lo que deseamos. Creemos que eso cambiará o nuestro amor hará que elija lo que nosotr@s queremos. Ejemplos como: uno quiere tener hijos y el otro no, o uno quiere salir más de fiesta con los amgi@s, viajar o trabajar por el extranjero sin querer comprometerse aún.

 

¿Qué puedes hacer para poder dejar una relación tóxica?

  • El primer paso, es reconocer, que la relación te hace daño, que lo estás pasando más veces mal que pocas bien. Haz un registro de todas esas veces que estás sufriendo, porque ayuda a poner realidad aquello a lo que estamos tapando, por no tomar una decisión que nos es tan difícil.
  • Escribe en una hoja los valores (confianza, fidelidad, respeto, comunicación, cuidado…) que más te gusta que tenga una pareja y los valores que mejor te definan de cómo eres. Después, observa si estos valores, los tiene la persona con la que estás. No te «agarres» con qué tiene algunos, mereces que tenga casi todos para ti.
  • Te ayudará dejar de fantasear con la esperanza. Esperamos a que cambie, a que se den cuenta que somos valios@s, que nos elegirán porque nos hemos portado muy bien… Y esa espera, nos daña y nos hace que el dolor se perpetue. Intenta cambiar tú y no esperar demasiado a que el otro cambie. Recuerda que vales mucho independientemente de lo que haga el otro.
  • A veces puede aparecer nuestro ego diciéndonos que nos hemos de quedar, porque nos merecemos recoger los frutos sembrados y no otra persona que venga después. Siéntete bien, de haber ayudado, pero no te quedes atrapad@ en ese pensamiento porque te hace daño y sino ha cambiado en mucho tiempo, no quiere ayuda o no quiere el cambio, date amor, apartándote y dejándole ir. ¡Mereces cuidarte!
  • Es necesario superar el miedo a estar solo. Conecta con la soledad, con el dolor de no estar con esa persona. Date tiempo para hacer el duelo. Rodéate de gente que te quiera, te escuche y te mime. Si necesitas ayuda, pídela. Conecta contigo mism@ y recuerda lo valios@ que eres. Poco a poco verás que iras recuperando las ganas de hacer cosas y vivir cosas nuevas.
  • Libérate de la culpa. No te tortures de si hubiese hecho esto, hubiese pasado o no tal cosa, esto lo hice mal… Perdónate! Saca lo positivo de la relación. Y sobre todo recuerda, que no quieres que se vuelva a repetir en la siguiente, siempre te ayudará a poner límites y a protegerte.

 

Una relación sana es aquella donde puedes ser tú, donde se te respeta por ello, y se te cuida. Y en vez de preocuparte por la relación, crecéis y sumáis juntos. Recuerda, todos merecemos amor y una relación sana, parte de amarte tú primero. ¡Ámate!