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¿LA DEPRESIÓN ES PARA TODA LA VIDA?

By julio 14, 2022No Comments

El problema para responder a esa pregunta es que no todas las depresiones son iguales, y el tipo al que pertenezcan condicionará mucho la respuesta al tratamiento, y el pronóstico a largo plazo:

Se sabe que hay depresiones más “biológicas”, menos relacionadas con  circunstancias ambientales, al menos una vez desencadenadas. Suelen responder mejor a los tratamientos psicofarmacológicos, o a otros tratamientos médicos (estimulación magnética, terapia electroconvulsiva) y la restitución, una vez aplicado el tratamiento, es con frecuencia completa. Pero se sabe también que la vulnerabilidad para padecer nuevos episodios depresivos, de este tipo biológico, es mayor una vez se ha tenido un primer episodio, razón por la que, en ocasiones, debe mantenerse el tratamiento antidepresivo una larga temporada, o bien indefinidamente, para evitar en lo posible una nueva recaída. La sintomatología mostrada en estos episodios, y la valoración longitudinal de otros síntomas observados en el tiempo, nos harán pensar que estamos ante este tipo clínico de depresión.

Hay muchas otras circunstancias vitales en las que se puede padecer patología depresiva: a veces es la reacción a un estresante ambiental, a veces es parte de otra patología, cerebral (por ejemplo, una enfermedad de Parkinson) o somática (por ejemplo, un carcinoma de páncreas). El riesgo de que la depresión pueda convertirse en algo cronificado, o recurrente, depende en gran medida de la implicación del cerebro en el origen de los síntomas, de la causa asociada si la hay, y en algunos casos, sobretodo cuando los síntomas depresivos son una respuesta adaptativa a causas externas identificables, al trabajo psicoterapéutico para revertir ese estado clínico.

Los trastornos depresivos son muy prevalentes, pero también muy complejos de filiar adecuadamente. Esa es la razón por la que en los últimos años se han creado términos (me refiero al concepto “depresión mayor”) que evitan conscientemente referirse a su etiología, y deja abierto, para que la investigación lo acabe de resolver, el problema de los factores implicados en su origen.