Duelo

Si has vivido una pérdida o un cambio inesperado en tu vida difícil de afrontar emocionalmente.

El duelo es una respuesta emocional y psicológica a la pérdida de un ser querido, una relación, un empleo o incluso un estilo de vida. Los duelos pueden sentirse así:

  • Sientes una profunda tristeza o vacío, como si una parte de ti se hubiera ido con lo que perdiste.
  • Experimentas cambios en tu estado de ánimo, oscilando entre la tristeza, la rabia o la confusión.
  • Tienes dificultad para concentrarte o realizar actividades diarias, como si el mundo siguiera adelante y tú estuvieras estancado/a.
  • Te cuesta aceptar la pérdida, sintiendo que en cualquier momento podría revertirse.
  • Evitas recordar o hablar sobre lo que perdiste, o por el contrario, sientes que no puedes dejar de pensar en ello.
  • Tu cuerpo también lo resiente: fatiga, insomnio, tensión muscular o falta de energía.
  • Te sientes desconectado/a de ti mismo/a y de los demás, como si nadie pudiera comprender lo que estás viviendo.

 

El duelo no es una experiencia lineal ni igual para todos.

El duelo no es solo un proceso mental, sino también físico y emocional. Puede afectar la forma en que sentimos, pensamos y nos relacionamos con el mundo.

Fases del Duelo 

El duelo es un proceso complejo y dinámico. Aunque cada persona lo experimenta de manera diferente, suele atravesar algunas de estas fases:

  1. Negación: Dificultad para aceptar la pérdida, sensación de irrealidad.
  2. Ira: Sentimientos de injusticia, frustración o enojo con uno mismo, los demás o la vida.
  3. Negociación: Pensamientos de «y si hubiera hecho esto diferente» o intentos de revertir lo sucedido.
  4. Depresión: Sensación de tristeza profunda, aislamiento o desesperanza.
  5. Aceptación: Integración de la pérdida en la vida, encontrando nuevas formas de seguir adelante.

Es importante recordar que el duelo no sigue un orden estricto y que estas fases pueden repetirse o mezclarse.

 

El Duelo es muy personal

Cada persona vive el duelo de manera única. Mientras algunos pueden expresar su dolor abiertamente, otros lo llevan en silencio. No hay una «forma correcta» de vivir el duelo, pero lo que sientes es válido y merece ser atendido.

Factores como la relación con lo perdido, el apoyo recibido, la personalidad y las experiencias previas influyen en la forma en que enfrentamos el duelo. Validar tus emociones sin juzgarlas es fundamental para el proceso de sanación.

 

¿Cómo se Manifiesta el Duelo?

El duelo puede afectar mente, emociones y cuerpo de diversas maneras:

  • Emocional y mental: Tristeza, confusión, ansiedad o sensación de vacío.
  • Cambios en el sueño y apetito: Insomnio, fatiga o alteraciones en la alimentación.
  • Dificultades en la concentración: Sensación de estar «desconectado/a» de la realidad.
  • Aislamiento social: Falta de interés en actividades o dificultad para conectar con los demás.
  • Síntomas físicos: Dolores de cabeza, tensión muscular o problemas digestivos.

Estos síntomas pueden prolongarse si no se abordan adecuadamente.

 

¿Cómo sanar el Duelo? 

El duelo no tiene un «tratamiento rápido», pero hay maneras de afrontarlo para facilitar la sanación:

  1. Permitir el dolor: Reconocer y aceptar las emociones sin reprimirlas es un paso esencial.
  2. Buscar apoyo: Compartir el duelo con familiares, amigos o un terapeuta puede aliviar la carga emocional.
  3. Tratar los recuerdos o imágenes que mi interior no puede digerir y no me dejan seguir adelante.
  4. Hacer las paces contigo: quedarte en paz con tus sentimientos y con la pérdida.

 

La Importancia de la terapia centrada en la persona y su experiencia

En el Centro de Psicoterapia Consulta Cais, abordamos el duelo desde una mirada integradora, uniendo diferentes enfoques terapéuticos que permiten sanar a nivel emocional, experiencial y de trauma.

La Terapia Integradora combina técnicas de distintas corrientes psicológicas para adaptarse a las necesidades de cada persona. No se trata solo de hablar del dolor, sino de vivir el proceso de una manera que permita liberarlo, resignificarlo y recuperar la conexión con la vida.

Desde la Terapia EMDR, trabajamos con las memorias dolorosas que quedaron bloqueadas en el sistema nervioso. A través del reprocesamiento, el cerebro logra integrar esas experiencias, reduciendo la intensidad emocional y permitiendo que la persona recupere equilibrio y calma.

Este abordaje emocional, experiencial y centrado en el trauma ayuda a que el cuerpo y la mente puedan soltar lo que quedó congelado tras la pérdida. No se busca olvidar, sino transformar la experiencia en una parte integrada de la historia personal, donde el recuerdo no duela tanto y la vida pueda continuar con sentido.

En Consulta Cais, te acompañamos con cercanía y respeto en este proceso de reconstrucción, ayudándote a encontrar nuevas formas de conexión, significado y esperanza.

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Aunque todas las emociones se viven de manera íntima, no tienes que enfrentarlas solo/a.

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