Cómo se siente la ansiedad
La ansiedad puede ser una carga invisible que te acompaña día tras día. Quizás te reconoces en alguna de estas situaciones:
- Sientes una preocupación constante y temor, como si algo malo estuviera a punto de suceder.
- Te resulta difícil relajarte y calmar la mente, incluso en situaciones en las que otros parecen estar tranquilos.
- Te exiges mucho a ti mismo/a, y a veces sientes que los demás no comprenden lo que estás pasando. Cómo si nadie viera lo que realmente estás viviendo por dentro.
- Te da miedo no cumplir con tus expectativas o las de los demás, lo que te genera aún más ansiedad y miedo a no ser suficiente.
Si te identificas con alguna de estas frases, es posible que la ansiedad esté afectando tu bienestar. Pero no estás solo/a: es una experiencia que atraviesan muchas personas, y hay caminos para superarla.
¿Qué es la Ansiedad?
Te voy a explicar qué es la ansiedad a través de la historia de Laura.
Laura solía ser una persona tranquila. Durante años, se sintió en control de su vida: su trabajo, su hogar, su tiempo con amigos. Pero todo comenzó a cambiar. Un día, en medio de una reunión de trabajo, su corazón comenzó a latir más rápido de lo normal. Su respiración se hizo entrecortada, y una sensación de agobio la invadió. Miró a su alrededor, buscando algo que le dijera que todo estaba bien, pero el miedo se apoderó de ella, como si algo fuera a ocurrir en cualquier momento.
Lo raro es que no estaba pasando nada fuera de lo normal. Nadie más parecía notar lo que ella sentía. Con el tiempo, esos episodios de ansiedad se hicieron más frecuentes, pero lo peor era que surgían sin razón aparente. Un día, después de despertarse, la inquietud ya estaba allí: un nudo en el estómago y una tensión constante que no desaparecía, aunque intentara relajarse.
La sensación de preocupación comenzó a apoderarse de ella, invadiendo todos sus pensamientos. Sentía que todo le quedaba grande: el futuro incierto, las expectativas que debía cumplir, y el miedo a no ser suficiente. Cuanto más intentaba desconectar, más crecía la presión, como si su mente estuviera atrapada en un ciclo del que no podía escapar. Vivía en una lucha interna.
A medida que pasaba el tiempo, empezó a notar cómo su día a día se veía cada vez más afectado, también su manera de relacionarse con los demás y de disfrutar. Un día, después de un episodio especialmente fuerte, Laura se dio cuenta que no podía seguir así y siguiendo la recomendación de una amiga nos llamó. Ahora viene cada dos semanas. Hace seguimiento terapéutico y ha mejorado muchísimo. Ha dejado atrás esa presión interna que la acompañaba a diario y ese nudo en el estómago. Hoy en día, se siente más tranquila y en control de sí misma. Ha aprendido a poner límites, a priorizar su bienestar y a escucharse más. Como ella misma dice: “He aprendido a cuidarme, a darle espacio a lo que me hace bien y a soltar cargas”.
Si esta historia ha resonado en ti. Te invitamos a dar el primer paso hacia una vida más plena y tranquila. Agenda tu cita hoy y descubre cómo podemos acompañarte en tu proceso.
A continuación te dejo las estrategias trabajadas con Laura y que puedes implementar para controlar la ansiedad y mejorar tu bienestar:
Cómo controlar la ansiedad
- Tratar la emoción silenciada: La ansiedad suele ser la punta del iceberg. Detrás de ella puede haber emociones no expresadas como tristeza, enfado o miedo. Escuchar y validar esas emociones te ayudará a aliviar la tensión interna.
- Afrontar el problema con recursos que ya tenemos o aprender a instalar nuevos: Recurre a tus fortalezas y habilidades para enfrentar situaciones difíciles. Y, si sientes que te faltan herramientas, puedes adquirir nuevas competencias como mejorar la gestión del tiempo, aprender a decir “no” o fortalecer tus habilidades sociales.
- Aprender técnicas de reducción del estrés y la ansiedad:
– Ejercicios de respiración consciente: ayudan a regular el sistema nervioso.
– Mindfulness y meditación: promueven la atención plena y reducen los pensamientos catastróficos.
– Actividad física regular: libera endorfinas, mejora el estado de ánimo y reduce la tensión corporal.
– Alimentación equilibrada y sueño reparador: un cuerpo bien nutrido y descansado es más resistente ante el estrés.
Estas prácticas te ayudarán a recuperar el equilibrio emocional y físico. Puedes empezar a aplicarlas en este momento y si quieres que te ayudemos aquí estamos.
Lo más recomendable cuando estamos en este punto es dejarse ayudar y aquí estamos listas para ayudarte.
¿Cómo podemos ayudarte en Cais?
Tratamientos para la ansiedad
Existen diversos enfoques terapéuticos eficaces para tratar la ansiedad:
- Terapia cognitivo-conductual (TCC): Ayuda a identificar y cambiar patrones de pensamiento negativos que alimentan la ansiedad.
- Terapia de aceptación y compromiso (ACT): Enseña a aceptar las emociones difíciles y actuar según tus valores, en lugar de luchar contra la ansiedad.
- Terapias basadas en mindfulness: Promueven la atención plena para reducir el impacto de pensamientos ansiosos.
- Terapia EMDR: Especialmente útil para tratar traumas y experiencias difíciles, facilita la reestructuración de recuerdos perturbadores.
- Terapia integradora: Combina diferentes enfoques terapéuticos adaptados a las necesidades específicas de cada persona.
- Terapia centrada en la persona: Se basa en la escucha activa y la empatía, creando un espacio seguro donde puedes explorar tus emociones sin juicio.
- Medicación: En algunos casos, el uso de ansiolíticos o antidepresivos puede ser necesario, siempre bajo la supervisión de un médico psiquiatra.
Aquí encontrarás un enfoque integrador en el que podemos combinar todas estas terapias de manera personalizada, adaptándonos a tu situación única. Juntos/as trabajaremos para que recuperes el control sobre tu vida, te sientas más seguro/a y avanzaremos hacia el bienestar que deseas.
No esperes más para empezar este camino hacia tu tranquilidad y equilibrio emocional.
La ansiedad es una condición desafiante, pero hay que observarla como una señal del cuerpo que nos dice que hay algo importante a cambiar, con las herramientas adecuadas y el apoyo necesario, es posible superarla. Recuerda que no estás solo/a: dar el primer paso puede ser el inicio hacia tu bienestar.