La palabra vacaciones proviene del término latino vacans: “estar libre, desocupado, vacante”. Pero…¿nos permitimos realmente descansar o desocuparnos?
Normalmente en vacaciones vamos a querer salir de nuestra rutina habitual y/o de nuestra residencia habitual. Y además vamos a querer llevar a cabo muchos planes y actividades para así “aprovecharlas” bien, con la famosa frase de «no perder el tiempo». Sin embargo será necesario que esto lo podamos compensar con momentos reales de NO HACER NADA, EL VACÍO. A continuación explicamos el porqué y la utilidad de esto.
Mientras descansamos, nuestro cerebro desarrolla múltiples funciones y actividades que nos sirven para estructurar y almacenar la información. El cerebro aprovecha ese tiempo para organizarse. De hecho, para poder desarrollar esta tarea consume el 20% de energía de todo nuestro cuerpo. Imaginaros la importancia de estos procesos! De la misma manera que cuando dormimos se activan una serie de procesos fisiológicos que nos ayudan a recuperarnos y avanzar tanto física como cognitivamente, cuando descansamos completamente también se activan estos mecanismos de estructura y almacenamiento.
Así que ya sabéis, ese tiempo de vacío, ese espacio libre no es un capricho, no es «no hacer nada», al contrario, es permitir que nuestro cerebro haga todas esas funciones de mantenimiento tan necesarias!!
Para ello os recomendamos que en estas vacaciones programéis y organicéis conscientemente ese espacio y tiempo de vacío, de no hacer absolutamente nada.
Buenas vacaciones!