¿Qué es el apego?

Cuando nacemos necesitamos del otro para que nos proporcione no solo el alimento físico sino el emocional, sin esto, no sobreviviríamos. Este vínculo es el que se da en una relación especial que establecemos con nuestra madre o con una figura que representará la figura del cuidador principal. Esto es lo que se conoce como apego (Bowlby, 1969). Este autor, no descarta otras figuras de apego, pero este vínculo con la madre o con el cuidador principal es el más importante durante los primeros años de vida.

Tipos de apego

El tipo de apego va a estar relacionado con nuestro desarrollo físico, mental, emocional y en cómo nos vamos a relacionar con las otras personas.

La psicóloga Mary Ainsworth(1978) habla de los siguientes estilos de apego:

Apego Seguro:

Las madres son sensibles y responsivas a las necesidades del bebé. El niño aprende que se puede confiar en la protección de su madre y la percibe como un refugio de seguridad ante las situaciones estresantes de la vida. Los adultos con este tipo de apego tenderán a tener una buena autoestima y suelen tener buenas relaciones con el otro, basadas en la confianza y el apoyo social.

Apego Inseguro:

Aquí la madre no siempre está disponible, por lo que puede aparecer, una falta de confianza en que mi base segura no siempre estará ahí. Aquí Ainsworth divide este apego en dos:

  • Apego inseguro-evitativo:  Madres se muestran relativamente insensibles a las peticiones de los niños y rechazantes. Ante tanto rechazo el niño niega su necesidad de ayuda y se muestra independiente e indiferente hacia ella. De adultos tenderemos a ser independientes y a no buscar el apoyo de los demás.
  • Apego inseguro-preocupado: Madres que a veces se muestran sensibles y cálidas y otras veces insensibles. Ante la conducta exploratoria del niño tienden a intervenir, interfiriendo en su conducta y aumentado su dependencia. De adultos tenderemos tendencia a depender de los demás y a que ellos cubran nuestras necesidades.

Más tarde Main & Solomon (1990) describen otro tipo de apego:

Apego Desorganizado:

Aquí aparece conducta negligente por parte del cuidador principal e incluso puede haber violencia, abusos ,conductas agresivas. El niño tiene miedo a su figura principal, pero a su vez la necesita para sobrevivir. De adultos pueden rechazar totalmente al otro, aunque lo necesiten o también pueden establecer relaciones conflictivas y dañinas.

¿Qué podemos hacer?

En la etapa adulta podemos trabajar el apego y si conocemos estos estilos podemos fomentar el apego seguro, que nos ayudará a establecer relaciones más sanas, con nosotros mismos y con los demás. Como adultos nos ayudará darnos cuenta de nuestras necesidades y atenderlas, entender y permitirnos nuestras emociones, poner límites, ser compasivos, pedir ayuda si la necesitamos, confiar y tener empatía en los demás…

Si somos padres es importante involucrarse y ser sensibles a las necesidades y demandas del niño. Importante ser coherentes con nosotros y con él y si a veces no lo conseguimos buscar la reparación. Establecer una buena comunicación emocional y un dialogo reflexivo también les ayudará a su autoestima y autonomía.

Y si a veces no somos capaces de trabajarlo por nosotros mismos pedir ayuda externa de un profesional, nos ayudara a trabajar hacia fomentar un apego seguro con nosotros y con el otro.