Normalmente el embarazo representa un motivo de alegría para la madre y/o la pareja, pero es en el transcurso del mismo, donde aparece todo un abanico de emociones y sentimientos que a veces nos desregulan o sobrepasan y que no siempre encajan con una normatividad social o una aceptación social.

Las embarazadas pueden sentirse culpables o avergonzadas de manifestar ciertos sentimientos por temor a no cumplir con lo esperado por parte de la sociedad o de sus propias expectativas.

Veamos qué tipos de emociones y sentimientos pueden aparecer en cada trimestre de embarazo.

Durante el primer trimestre es cuando la mujer conoce la noticia de que se encuentra en estado. Aquí pueden suceder varias realidades emocionales: por una parte la alegría e ilusión -si era una noticia esperada- pero también la incredulidad y el miedo. Además, física y hormonalmente están sucediendo una gran cantidad de cambios que pueden provocarnos labilidad emocional y malestar físico que afecte a nuestra energía y estado anímico.

En esta etapa la mujer embarazada suele tener únicamente una prueba que confirma el embarazo pero aún tiene que esperar varias semanas hasta que se confirme por ecografía el embarazo evolutivo. Son las semanas con mayor riesgo de aborto y esto puede provocar en la embarazada un miedo que genere que se mantenga al margen o desconectada de su embarazo como sistema de protección. Es una respuesta protectora natural que es importante respetar y respetarnos, entendiendo su significado y razón de ser.

En el segundo trimestre, que suele ser el más calmado tanto físicamente como emocionalmente, la gestante empezará a notar los movimientos fetales y posiblemente esto le ayudará a conectar con mayor facilidad con su bebé y con su nueva futura realidad. Suele ser un período más tranquilo que permite que la futura mamá se vincule con el bebé.

El tercer trimestre es una etapa de nuevo más agitada donde pueden aparecer de nuevo un conjunto de miedos: al parto, al futuro inmediato, a ser buena madre, a los cambios en roles y estructuras familiares, económicos, …

En este trimestre las embarazadas y sus parejas suelen poder asistir a grupos de preparto, donde podrán encontrar a personas que estén transitando estados similares y que será importante poderlos compartir, así como profesionales que les puedan acompañar en esta nueva agitación emocional.

Se trata del último trayecto del embarazo y físicamente las gestantes sufren más incomodidades y malestares físicos, así como una elevada sensibilidad que se ve retroalimentada por estas dificultades físicas y manifestaciones de cansancio. Es una etapa que socialmente puede no ser bien acompañada ni comprendida enjuiciando o minimizando las quejas que pueda expresar la futura madre. Es vital que la mujer embarazada sepa que tiene todo el derecho a expresar sus incomodidades y sentimientos diferentes a la alegría o ilusión, y que ello no va en detrimento de su capacidad maternal ni de su vinculación con el bebé.

Si te encuentras en alguna de estas etapas y no sientes acompañamiento ni comprensión por parte de tu entorno, o incluso tu misma te juzgas y te hace vivir el embarazo con sufrimiento, no dudes en buscar asesoramiento y ayuda por parte de un profesional cualificado.